Aburrirse no siempre es malo

11.08.2022

Infinitas veces nos hemos encontrado con ese sentimiento de aburrimiento por lo que estamos haciendo o por no hacer nada. Pues bien, esa sensación no siempre es mala.

Una de las principales razones por las que el aburrimiento, en cierta medida, nos favorece, es que buscamos una solución; Nos estimulamos, somos más creativos, dispara la imaginación y hace que nos sintamos obligados a salir de esta situación.

Aunque actualmente vivimos en una sociedad hiperestimulada y es difícil encontrar un momento de aburrimiento, cuando se da el caso, debemos aceptarlo. En el momento que nos sentimos cansados y desganados por algo es cuando buscamos cosas nuevas que hacer. Esto nos vuelve más sociales, nos motiva para encontrar nuevas actividades que nos motiven y esto nos hace enriquecernos en todos los sentidos y evolucionar personalmente.

Quizás, en nuestra edad adulta, no tenemos tanto tiempo para aburrirnos como cuando éramos niños. ¿Cuántas veces han venido nuestros hijos a reclamarnos una solución para su aburrimiento? Ante esta situación, lo beneficioso para ellos es dejarles que encuentren su propio remedio, pues así investigarán nuevas actividades y se acostumbrarán a este sentimiento que en ocasiones tendrán más repetidamente y el cual, tienen que aprender a gestionar.

Si dejamos que ellos sean los que salven esa situación, les estaremos ayudando a que se encuentren con su lado más creativo y además se conecten con su entorno, encontrando en él la posible solución.

En conclusión, el aburrimiento nos puede llevar a caminos e ideas que probablemente no hubiésemos llegado de otro modo. Y en ocasiones, es mejor tener una tarde libre que llena de actividades programadas a las que asistir. Así, muchas veces nos quedaremos con lo simple y obtendremos mucho más.

Patricia Cano García
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