Mensaje sin respuesta

12.11.2021

Vivimos en una sociedad en la que pretendemos conseguir las cosas para ayer, sin ni siquiera pensar en las circunstancias y/o situaciones de las personas.

Cuando enviamos un mensaje a alguien y no nos contestan en cuánto lo leen, solemos pensar que no le importamos lo suficiente. Probablemente, lo que ha ocurrido es que ha leído nuestro mensaje rápidamente en un hueco del trabajo, antes de coger el coche, mientras atendía a su hijo/a, o simplemente, en ese momento no le apetecía. Realmente, ¿nuestro pensamiento es objetivo?

Además, solemos caer en el error de aceptar las exigencias de los otros/as como propias sin cuestionarnos si nos corresponden o si, estamos dispuestos a asumirlas. Tendemos a la autoexigencia, por encima de nuestras necesidades y deseos, por el hecho de complacer a los demás por miedo a que no permanezcan a nuestro lado.

Vivimos la vida como si fuera una carrera de fondo y nos olvidamos de la importancia que tiene escucharnos, comprendernos, expresarnos, priorizarnos...Nos olvidamos por completo de nosotros mismos y de nuestras necesidades. En numerosas ocasiones, vienen pacientes a consulta agobiados porque pretenden estar ahí para todo el mundo, pero de repente se dan cuenta de que no tienen tiempo para ellos mismos. Habitualmente se repiten frases como: "Tengo miedo de que no se acuerden de mi si les digo que no me apetece salir...", "no quiero que piensen que soy egoísta", "¿qué dirán si hago...?. Además todo esto suele venir acompañado de dificultades para dormir, presión en el pecho, apatía, etc...

¿Y si aprendiéramos a valorarnos y a tenernos en cuenta? ¿Y si nos escuchásemos más a menudo? Si practicásemos el autocuidado, seguramente, seríamos capaces de reconocer nuestros miedos y poder gestionarlos. Tal vez, dejaríamos de darle tanta importancia al doble check azul...


Patricia Cano García
3825361986074678" crossorigin="anonymous">