Tipos de castigo

10.08.2021

¿Qué es un castigo?

Dentro de la terapia más habitual que se realiza con los más peques de la casa, uno de los objetivos principales es eliminar aquellas conductas que resultan desadaptativas y fomentar aquellas más adecuadas. Por ello, utilizamos diferentes técnicas que ayudan a conseguir estos objetivos. A continuación les exponemos clases de castigos utilizados habitualmente:


  • Castigo físico: Un azote, una bofetada... Este tipo de castigos tienen una baja efectividad ya que son humillantes, producen agresividad y no tienen relación directa con la conducta problemática.


  • Castigo sancionador: Retirar la paga, castigar sin la consola o el móvil... Estos castigos no son aconsejables puesto que generan problemas de relación, dañan la autoestima, producen tendencia a las mentiras y causan estrés, inseguridad y agresividad.


  • Castigo humillante: Encerrarles en un cuarto oscuro, dejarles entados en una silla sin moverse, obligarles a hacer tareas extra... Son castigos contraproducentes y que producen un gran daño emocional y no permiten reparar el daño ni corregir la conducta problemática.


  • Consecuencia educativa: Limpiar lo que se ha ensuciado, ayudar a los hermanos después de comportarse egoístamente...Consiste en desde la calma hacer entender al niño o adolescente el por qué su conducta ha sido inadecuada y corregirla. Este método requiere paciencia y tiempo, pero es mas eficaz a largo plazo ya que enseña a ser más consecuentes con sus actos.


  • Consecuencia educativa incentiva: Lo mas efectivo para establecer comportamientos adecuados y reducir las conductas problemáticas es el refuerzo positivo de los primeros. Motivar en positivo e incentivar el esfuerzo.

¿Cómo deben ser las consecuencias educativas?

  • Excepcionales: Las consecuencias negativas deben tener un carácter extraordinario y una finalidad concreta y educativa. Lo primordial debe ser siempre valorar las conductas positivas.


  • Inmediatas y claras: El niño o adolescente debe conocer siempre por qué ha recibido una reprimenda o ha sido castigado. Se debe informar al niño de manera inmediata de cuales son las consecuencias de la mala conducta y ejecutarlas lo antes posible.


  • Proporcionales: La consecuencia debe estar ajustada a la gravedad y tipo de falta, la intencionalidad del niño y su etapa evolutiva. Las consecuencias nunca pueden ser prohibiciones absolutas o tener una duración excesiva.


  • Equilibradas: Las consecuencias educativas no deben verse alteradas por los problemas personales o el estado de animo de los adultos.


  • Coherentes: Los comportamientos adecuados e inadecuados deben estar claramente definidos y las consecuencias educativas tienen que ser estables y siempre las mismas ante las mismas faltas.


  • Aplicables: Es imprescindible que si se aplica una consecuencia educativa esta se debe cumplir si o si para que sea eficaz.
Patricia Cano García
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